Los Libros
Los griegos en escena
En Los griegos en escena, los supuestos filósofos son presentados como personajes que ocupan el centro de la escena, no como pensadores sino como actores en el teatro del mundo
Trágico y Sublime
En Trágico y sublime el romanticismo es abordado como precursor de estas tendencias de renuncia al sistema y la línea de progreso, la hibridación de géneros y el gusto por lo fragmentario.
De ironías y silencios
En De ironías y silencios, sintomáticamente subtitulado Notas para un filosofía impresionista como una forma de sintetizar esas aspiraciones, el camino del pensar marcha oscilante entre eras de seriedad e ironía. Surgen los personajes que la enmarcan Sócrates, Kierkegaard, Kafka, Nietzsche, con enfoques foucaultianos y grandes dosis de pensamiento frankfurtiano que reinstala lo mejor del movimiento romántico
Zaratustra, la experiencia del guerrero.
Cada máscara es portadora de un estilo; hay en ellas algo de fatalismo en tanto derivación de un estado de ánimo, de un descubrimiento, de una curación, pero hay en ellas también una voluntad que se recubre de estilo. No podía ser de otra manera para alguien que entiende el estilo como la unidad corpórea de forma y contenido. Nietzsche añora y quiere recuperar el gran arte de los antiguos, la respiración del gran período con todos los "cambios de tono y ritmo con que se complacía su mundo público" y esto no es algo que se le agregue como cuerpo extraño a su prosa sino el elemento mismo en que respira su pensamiento, un instinto del ritmo con que el pensador se modela a sí mismo. Crearse un estilo no es agregar una forma a un contenido sino trabajar en la tarea de la creación de sí.
Renacimiento de la política
En Renacimiento de la política y otras conversaciones, el abordaje de lo político también se mueve en el campo de los indicios y las sospechas; supone una apuesta al diálogo y la escucha atenta; aún cuando se trate de una conversación virtual, porque pensar ya es conversar; nunca se parte de cero.
Memorias de Ariadna
Memorias de Ariadna, se ofrece como experimento que combina reflexión filosófica, ficción, poesía, festejando la explosión de fronteras entre géneros. Se define como obra fragmentaria armada de a pedazos que se hilvanan en el narrar como una manera de darse sentido desde una mirada distante.